Ahora mismo no tengo ningún tipo de orden, la cama sin hacer habiendo estado hecha después de comer, mi mesa parece un aunténtico mercadillo benéfico, trastos por aquí y por allá, mi ordenador va bien, pero Internet falla como una escopeta de feria.No hay ningún orden, hay miradas graciosas. Pero no, deja de hacer cortos ahora, ya habrá tiempo en verano. Aunque con la de planes que hay para el verano, no sé si dará tiempo. Hay tiempo para todo, lo que no se puede hacer es querer todo. No es una elección, es una decisión. Puede que sea lo mismo. Si tu no me hubieras tirado la nevera yo jamás te hubiese tirado el molinillo de café. Si tú si yo.Juegos de palabra que no llegan a ningún lado, es más, vuelven al origen por el camino más complicado. Adoro la escritura mecánica, y como tal, algo la imito. Escribo lo que se me ocurre, pero me contengo. Como te contienes tú y él. Nosotros nos contengamos. Crías cuervos y luego te comen los ojos, claro. Leo sandeces del tipo Boy Dylan, y tengo que estar cuando las olas ya han roto. De las olas me gusta el surfearlas a lo bodysurf, tirarme de cabeza dentro de ellas, hacer volteretas con sus impulsos, y hacerme el muerto encima, también. Aburrido como un pez en una charca, o en un acuario, me muevo siempre por los mismos lares, bares y lugares. Mamporreo la guitarra, te saco las palabras como si fuesen fas disminuidos con cejilla, y seguimos tocando por tocar.
El placer de tocar.