Nos miramos, nos reímos, nos gustamos y nos despertamos juntos. Pero a las 11 after midnight del día siguiente cada uno estaba en su casa, o en su cama. Íbamos a vernos a media tarde pero se alargo la cita, se alargó porque estaba comprando un vestido para una boda. Quedó en avisarme y así lo hizo.
Íbamos a vernos a media tarde pero se alargó la cita, se alargó y nos vimos a media noche. Nos miramos, nos reímos, nos besamos y nos bebimos más de dos cerverzas.
-¿Encontraste el vestido?
-Sí, me costó pero lo encontré, deberías verlo, es muy bonito.
-¿Y quién se casa, una amiga, un familiar...?
Hace una pausa, no incómoda, pero sorprendente, mientras sonríe.
-Yo
-¿Tú?
-Sí, me caso mañana.