lunes, 23 de febrero de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

Para todos vosotros.


Me voy. Por fin, llevaba mucho tiempo pensándolo pero nunca me decidí. Sospechas ligeras formadas con pequeñas cosas, ganas insinuantes de la aventura. Relax. Por fin.
Nacho Vegas se hace de rogar. Pasan las y media y aún no han salido ni a afinar. Nuevos planes, idénticas estrategias. Siempre algo para recordar.
Al fin aparece, desairado, jersey gris tres tallas mayor con habitantes esféricos en su interior. No saluda, no habla, no mira al publico, sólo canta. Plaza de la soledad.
El desastre manifiesto se asomaba por la ventana mucho días atrás. falta de seriedad, falta de educación. Gang Bang, y escupe. Todos se ríen, incluso el publico se ríe. Es NV.
Tanto populismo con el tío de la vara que nos dan por culo a base de crujidos. Con martini en mano. Para seguir con su ley de incongruencias, su séptima canción se titula ocho y medio, acustica, suave, el publico se calla, el suda, se gusta.
Se avecinan días estraños consecuencia de la imposiblidad de detener el tiempo, juntar una por una, y hacer un remix en condiciones, todas juntas, en armonía, disfrutando.
Al tercer día perdimos el control, fruto de la incomprensión, fruto de la falta de perdón. Se acumulan secretos y mentiras, sólo hay dos opciones, morir o matar.
Fracasé una vez, fracasé diez mil y aún así alzo mi copa hacia el cielo (con dos, tres, once, o veintitres).

martes, 10 de febrero de 2009

Desastre manifiesto

'¡Joder!'
Te repites día tras día sin saber el porqué. No entiendes cómo has llegado hasta ese punto pero te ves allí de forma inevitable. No quieres asumir la situación, la cruda realidad duele y no puedes echarte para atrás. Es demasiado tarde, buscas algo que pueda hacerle sombra pero no ves nada que se le parezca. Tus compañeros de clase no te pueden ayudar, estamos agobiados con exámenes y en estos momentos nadie puede hacer nada por nadie. Ni si quiera tus amigos, también liados, algo distanciados por las evaluaciones de nuestros respectivos futuros. Nada, la cosa está jodida. Quieres echar mano de tu hermano pero cuando te decides a hacerlo está camino a Barcelona para pasar unos días en Túnez de viaje de mitad de carrera con gente de otra carrera. El mundo se ha vuelto loco, nada concuerda, nada tiene solución. Tus padres piensas que nunca sabrían ayudarte en una situación así. Aunque seguro que sepan tú no tienes el coraje de enfrentarte a la realidad y contarlo. Buscas algo, una solución, una salida. Algo. Internet lo sabe todo pero con tanta información es inútil tratar de preguntarle algo así. Tratas de solucionar tus problemas escribiéndolos pero no si quiera así parecen coger un color, una forma o incluso una definición. La situación está al límite, ya no puedes esperar más. Así que meditamos.
No es posible que no tengas ni una sola colección. Ni siquiera compras chapas a menudo. Ni cuadros ni libros. A lo sumo una serie de palabras escritas en un blog ficticio que ni se puede tocar. Nada tangible.
Es hora de tomar una decisión.

Todos los miércoles compraré el jueves.