jueves, 30 de agosto de 2012

Dos besos que poco tenían de dos.

Venía como un tren anclado en unas vías rectas con un destino incierto pero siempre recto, sin cambios de dirección.Era un billete de ida con dos besos de adiós como estación. Yo era el túnel con varias montañas sobre mí, pero ella avanzaba y no me podía quedar alli. 

Era un billete solo de ida, pero nos entendimos y dejamos la vuelta abierta. Un esfuerzo titánico para mover la boca del tunel a pesar de las ganas de no hacerlo, y para evitar que no descarrilemos, al menos de momento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Conoceme si te atreves ;)

Taragañu rules?