domingo, 20 de diciembre de 2009

Perte II

Nico, una vez vio que la llamada perdida era de la chica con la que últimamente se veía, no podía parar de pensar en aquello que aquel día le hizo sentirse tan culpable.
Había pasado poco tiempo desde que ella se había marchado triste, y a pesar de todos los intentos telefónicos por haberlo solucionado pocos minutos después, no había servido para nada.
No le gustaba ver esa sonrisa apagada y por mucho que lo intentara aquella noche no había forma. No era una noche especial, no celebraban nada, estaban todos juntos y todo marchaba aparentemente bien hasta que ella se fue. Como la luz que rodea al árbol de navidad y se funde, como el agua caliente que en invierno no quiere fluir, como el frío gélido que se mete hasta los huesos a pesar de vestir tres calcetines y tres chaquetas en esos inviernos helados. Como la noche en que marchó.
Nico quería contárselo a su abuelo, quería expresarse de la forma más sincera, pero siempre parecía que sus problemas, los de su abuelo, eran cien veces más importantes. Como si no quisiera escuchar a su nieto por miedo a lo que pudiera contar.
Volvió a encender su cigarro de tabaco de liar.

2 comentarios:

kike dijo...

mejor todavía que la primera! :)

kike dijo...

mejor todavía que la primera! :)