martes, 5 de febrero de 2008

no toreen, coño

Me gustan los veleros, aunque siempre se te puedan romper las velas. En momentos así, estás jodido. Puede haber varias formas de cascarse una vela: por estar en mal estado, por una mala maniobra, por el viento, su máximo aliado..., y aún más sabiendo que precisas de ese aire en movimiento para llegar al puerto planeado.
En ese caso, lo que mejor puede hacer (tener la suerte) es encontrarse con viejas corrientes profundas marinas, y dejarse llevar. Ver como siguen fluyendo con la misma compenetración que las corrientes superficiales con las profundas. Estar cara a cara otra vez. Sentirse avanzando en el pasado, con nuevas y fundamentales compañías, y sin viento ni velero.

Veleros, haberlos, hailos a patadas: grandes, pequeños, lindos y horrorosos. Corrientes marinas profundas, hay más bien pocas, que lo dice mi profesora de CTMA.


Eso sí, sigan alzando las velas al viento, y sonriendo con ese peculiar encanto! :)

3 comentarios:

Ju dijo...

corrientes marinas, corrientas aereas, todas ellas responden al Sol...hay que dejarse brillar
me ha encantado tu post

fer dijo...

no, a las motos acuaticas

si, a las velas encendidas

no, despertar a los delfines

si, rascar a la ballena

Anónimo dijo...

Hola lito guapo...estamos aquí y contigo y con javichu...alberto por aquí ? nos acordamos de vosotros y diros que el martes sacamos billete para A, ir preparando los bártulos para el 14....besos mil
Bl y Ju