miércoles, 9 de julio de 2008

Estrella fugaz

No es fácil de empezar. Hace unos días estábamos casados pero aún hablando del anillo. No hace más de tres días en los que hablábamos hora sí y hora también para no parar de sonreír el resto de las horas muertas. No hace más de 48 horas que dormí contigo por última vez. Última vez suena horroroso. La primera te la conté, aunque sin saberlo, la sabías. Contando secretos y mentiras para mostrar el lado más real.
Ahora es otra cosa, que tampoco es fácil de contar. Llegué emocionado con ganas de comerme el mundo en ese lugar. En ese lugar en el que todo cambia, y está claro. Cambia porque te aíslas, porque no hay cobertura y porque hay el cielo más bonito que nunca llegué a imaginar. Ese lugar que te hace recapacitar.
Volvimos [por fin (ojalá), aunque en realidad nunca debimos irnos] y me vi leyendo uno a uno cada uno de tus textos publicados. Desafiando las leyes de la física y electrónica retando al teclado a aguantar el chaparrón. Leyéndolos y organizándolos en archivos por miedo a un derrumbe o suicidio de ojos virtuales. Nunca una palabras causaron un cúmulo tal de sentimientos, por lo tanto, vale más prevenir que curar.
Y ahora, ahora voy a dejar de escribir. Ahora pienso en el baño de siesta que haré en cosa de unos minutos. Ahora me resigno pensando en por qué el barça puede jugar sin Ronaldinho, 'la chispa, el feeling' del equipo y ganar ligas, y yo no.

Te diría que mañana seguro que lo vemos de otra manera, pero mañana es día 10. Y eso, eso es lo último que quiero que pase.

5 comentarios:

Álex dijo...

Aún no pedí los tres deseos que dijiste concederme.
Creo que el primero y único es evidente.

fer dijo...

pues me pido otro.
igual de evidente.

cueto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
cueto dijo...

¡No a la censura, si a la libertad!.

PD: Lo entiendo perfectamente ;)

Álex dijo...

cueto, sabes de sobra que en mi blog no se puede decir la palabra teta